Hacia mediados de inverno
cuando las noches son crudas
vemos a tanta criatura
peleando ya en este infierno
más bien me venga la muerte
que seguir viendo este ejemplo.
El pobre vive en silencioy
sufre ya muy cruel castigo
de ver a sus diez chiquillosen
la miseria y el vicio.
Al borde del precipicio
se está agusanando el trigo.
No puede ni el más flamante
pasar en indiferencia si
brilla en nuestra conciencia
amor por los semejantes.
Es una infamia muy dura
que no se salven del foso.
El dolor es oprobios
oy pregunto de partida
si la justicia en la vida
existe pa' los rotosos.
Los llevan por el calvario
cargados con una cruz
les niegan hasta la luz
los ciegan con su sudario
los dejan sin los rosales
sin aire y sin manantiales.
De qué nos sirven los templos
de qué el sol y el aire puro
cuando su sol es oscuro
y va caminando a tientas.
Necesito un lazarillo
que me alumbre este tormento.